¿Qué es el clima escolar?

El clima escolar está asociado a un ambiente de respeto, acogedor y positivo que mejora la calidad educativa de los estudiantes (UNESCO, 2008). Podemos identificarlo por una serie de elementos: el vínculo sano entre las personas, el respeto por la diversidad; el trabajo colaborativo; la resolución de conflictos en forma pacífica; el respeto por los acuerdos de convivencia.

El clima escolar incluye relaciones armoniosas no solo entre estudiantes, docentes y personal directivo sino también refiere a toda persona que forma parte de la comunidad educativa, inclusive las familias. Es sin dudas la variable que más contribuye a explicar el logro de los estudiantes en áreas de ciencias, matemáticas y lectura (Segundo Estudio Regional Comparativo y Explicativo, Valdés et. al, 2008).

Los estudiantes en un clima ameno pueden compartir dudas, concentrarse en sus tareas, comunicar a otros lo que aprendieron. Una persona amenazada por su entorno difícilmente pueda trasformar saberes en  conocimiento creativo.

Vulnerabilidad emocional

La Magister en Salud Mental, Eloisa Klasse, sostuvo durante el I Congreso Internacional de Convivencia organizado por Fundación FEPAIS que las situaciones que provocan vulnerabilidad emocional en los niños están asociadas a distintos factores: niños que cumplen roles adultos, niños con padres “ausentes”, niños víctimas de situaciones de violencia, niños en situaciones de duelo, niños en situaciones de enfermedades propias o de familiares, niños en situaciones de separación.

Recomendamos que el equipo docente conozca a sus alumnos y alumnas, las características reales que inciden en la situación: enfermedad, vínculos, cárcel, separación, duelos, etc.  Es importante comprender el sentido que la situación representa para el niño y también analizar el sentido que la situación tiene para el propio equipo docente,  los sentimientos que despierta: enojo, angustia,  tristeza, exclusión. El equipo docente debe actuar en red, debe poder hablar de lo que siente, debe poder  poner en palabra su sentimiento frente a los demás colegas. Luego pensar en comunidad qué se puede hacer para el caso en particular. Se necesita comprender  que  el estudiante no es alumno de un docente sino de toda la institución, que las situaciones conflictivas deben analizarse como parte del proceso educativo institucional. Es necesario entender a la escuela como una comunidad que trabaja en redes solidarias y trabajar junto con las familias con talleres que aborden temas de su interés: prácticas de crianza, educación sexual, vínculos, normas o límites.

Todo lo emocional es fundamental trabajarlo con la comunidad educativa,  incluyendo en ella a las familias y al personal no docente que trabaja en ella.

Violencia. Modos de prevención.

Consideramos la violencia como todo acto que atenta contra la integridad física o psicológica de un sujeto. No se trata de un fenómeno inicialmente escolar, sino básicamente social. La violencia escolar es el Bullying o acoso escolar, que es la violencia entre pares.

En relación con la violencia escolar, entendemos que la escuela no es solo un ámbito pedagógico, de transmisión y transformación de saberes útiles sino un ámbito social donde los alumnos descubren dos leyes fundamentales: la prohibición de molestar u hostigar a los demás y la prohibición de que los problemas se solucionan con violencia. Estos dos aspectos: aprender a respetar al otro y la resolución de conflictos en forma pacífica y colaborativa no son exclusivos de la escuela sino también de la cultura familiar y social, por eso siempre decimos de incluir a las familias y a la comunidad en el trabajo sobre Convivencia.

La escuela como comunidad cultural es un espacio que resulta ideal para el desarrollo de pautas vinculadas con el respeto, la escucha, la tolerancia y las diversas formas de manejar los conflictos y de respetar las diferencias.  

[note style=»other» bg=»#2bcf15″ border=»#ffffff» bordercolor=»{{bordercolor}}» color=»#ffffff»] Creemos que cada institución debe planificar sus acuerdos de Convivencia, basados en valores que refuercen los lazos sociales. Esto es esencial  para prevenir la violencia escolar. Para ello nos centramos  en lo colectivo como modo de construcción, en la relación entre docente – alumno y alumnos entre sí, y en actividades pedagógicas concretas a favor de la cultura de la ciudadanía, la paz y la no violencia. [/note]